En los últimos años, hemos notado un fenómeno preocupante: un 80% de las analíticas que llegan a nuestro centro muestran un déficit de vitamina D. Esto plantea varias preguntas importantes:
¿Realmente hemos cambiado tanto nuestros hábitos de exposición al sol?
¿se han modificado los rangos de valoración de la vitamina D, como sucedió anteriormente con el colesterol?
¿Se ha empezado a medir la vitamina D en las analíticas cuando antes era algo específico?
¿Por qué se sigue optando por la suplementación sin indagar en las causas subyacentes?
Hasta hace unos años, los suplementos de vitamina D se utilizaban casi exclusivamente en el tratamiento de la osteomalacia o el raquitismo. Sin embargo, en los últimos tiempos, se ha generalizado la determinación y suplementación de esta vitamina para multitud de propósitos.
Las pruebas de vitamina D en suero se han duplicado desde 2013, convirtiéndose en una de las pruebas de laboratorio más solicitadas y la tercera en gasto, alcanzando 1.168.495€ en 2019 solo en la Comunidad Autónoma del País Vasco. Paralelamente, el consumo de suplementos de vitamina D ha crecido de manera notable.
En lugar de asumir que toda la población ha cambiado sus hábitos de exposición al sol, es crucial entender que los diagnósticos de deficiencia de vitamina D pueden estar influenciados por un aumento en las pruebas y un mayor enfoque en esta vitamina en la práctica clínica.
Además es un tema de cierta controversia ya que según un documento reciente del Departamento de Salud del País Vasco, no existe una técnica estandarizada para medir la 25-hidroxivitamina D (25(OH)D), lo que ha llevado a variaciones en los resultados de laboratorio.
Por otro lado, diferentes organizaciones internacionales, como el Institute of Medicine y la Endocrine Society, utilizan umbrales diferentes para definir la deficiencia de vitamina D, lo que puede contribuir a un diagnóstico más frecuente de esta condición
Aunque la suplementación puede parecer una solución simple, hay muchos factores que pueden influir en los niveles de vitamina D en el cuerpo. Aquí te presentamos 10 causas probables de deficiencia de vitamina D:
Exposición Solar Segura: Tomar el sol de manera controlada y en intervalos cortos es beneficioso para la síntesis de vitamina D. Se recomienda hacerlo durante 10-15 minutos sin protector solar, antes de aplicarlo. Esto no significa que debas evitar el uso de cremas solares, sino que es importante encontrar un equilibrio para asegurar la síntesis de vitamina D mientras proteges tu piel del daño solar.
Suplementación Consciente: Si es necesario suplementar, considera la combinación con vitamina K2 para que el calcio se deposite correctamente en los huesos. Consulta siempre con un profesional de salud para personalizar la dosis.
Tomarla adecuadamente: La vitamina D es liposoluble, lo que significa que se absorbe mejor cuando se toma con alimentos que contienen grasa. Por lo tanto, es recomendable tomar los suplementos de vitamina D junto con una comida, preferiblemente una que incluya algo de grasa saludable, como aceite de oliva, aguacate, o frutos secos. Esto optimiza su absorción y eficacia en el organismo.
Consulta Médica Personalizada: No todas las personas necesitan suplementar. Es crucial evaluar cada caso individualmente y considerar todas las posibles causas antes de iniciar un tratamiento.
Es fundamental abordar la deficiencia de vitamina D desde un enfoque integral, considerando todos los factores que pueden influir en su síntesis y absorción. Suplementar sin entender las causas subyacentes o sin guiar al paciente sobre cómo hacerlo correctamente puede llevar a problemas a largo plazo. Porque cuidar tu salud es mucho más que tomar un suplemento!